martes, 20 de julio de 2010

cuerpos celestes.


El polvo del centro de la vìa làctea es como niebla, opaco a la luz visible e impenetrable para los astrònomos que quieren escudriña su interior como telescopios òpticos. por eso sabemos menos del centro de nuestra propia galaxia que de los de otras mucho màs alejadas. de la misma forma, nos resulta mucho màs fàcil entender las trampas que regulan el funcionamiento de cualquier familia, o de cualquier pareja, que las de la propia.



Se me ocurren millones de razones por las que me volvì loca. pero las màs importantes son las que no se me ocurren, las enterradas.





como las constelaciones quede errada en mil y un estrellas atrapadas en el conjunto mistico de que te amaba, tal y como pensé, desde el primer momento, algo no correspondido, algo idiotamente imposible de concretar, y la vi. . . y supe que desde el primer momento que si yo hubiera sido hombre también me hubiera gustado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario