Antes que los mares dieran un oleaje perfecto, recorrí un trozo de tu piel con mis dedos lamentandome porque pensaba antes de hablarte, acostumbrada a vivir en sueños antes que mi propia realidad y sus pequeñas cualidades, acostumbrada a tener un corazón fundido en enamoramiento, acostumbrada a no abrir los ojos cuando dicen la verdad para hacer oídos sordos a tus palabras que son como anestesia para mi pequeña cabeza cu cu, mientras miras mis cabellos una pequeña risa estremece mis entrañas fogosas y traviesas, y una sonrisa que atraviesa kilómetros se sintoniza con mis labios, dejame ser tan bonita como tú, dejame oler tan bien como tú, dejame sentir que antes que la luz ilumine los cinco continentes estarás aquí nuevamente para referirte a los tiempos, a mis gustos, a tu música, arreglando nuestro mundo con pequeñas palabras.
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